Deléitate con la combinación perfecta de dulzura y cremosidad con esta receta fácil de seguir para un delicioso pastel de tres leches. Hecho con tres tipos de leche, este postre tradicional latinoamericano se convertirá sin duda en el favorito de la familia. Sigue nuestras instrucciones paso a paso para crear un bizcocho, empaparlo en una mezcla de leche y cubrirlo con un merengue esponjoso. Disfruta del final perfecto para cualquier comida con esta delicia.
Ingredientes
Para el bizcocho:
– 1 taza de harina para todo uso
– 1 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
– 1/4 cucharadita de sal
– 6 huevos grandes, separados
– 1 taza de azúcar granulada, dividida
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 1/2 taza de leche entera
– 1/3 taza de mantequilla sin sal, ablandada
Para la mezcla de leche:
– 1 lata (12 onzas) de leche evaporada
– 1 lata (14 onzas) de leche condensada endulzada
– 1 1/2 tazas de nata espesa
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para la cobertura de merengue:
– 6 claras de huevo grandes
– 1 1/2 tazas de azúcar granulada
– 1/4 cucharadita de crema de tártaro
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
Revestimientos opcionales:
– Canela molida
– Bayas frescas
Haz el bizcocho
Empieza precalentando el horno a 180°C (350°F). Prepara un molde de 9×13 pulgadas untándolo con mantequilla derretida e forrando el fondo con papel pergamino. En un bol mediano, mezcla bien la harina, la levadura y la sal. En un bol grande, bate las yemas de huevo y 1/2 taza de azúcar con la batidora eléctrica hasta que la mezcla esté espesa y pálida. Añade el extracto de vainilla y la leche, y mezcla hasta que estén bien combinados. Incorpórale suavemente la mezcla de harina. En un bol limpio aparte, bate las claras de huevo a punto de nieve con la batidora eléctrica, añadiendo poco a poco el resto del azúcar y continuando a batir hasta que estén tiesas y lustrosas. Incorpóralas cuidadosamente a la masa en tres adiciones, procurando no desinflar el aire de las claras. Vierte la masa en el molde preparado y alísala. Hornea el pastel de 25 a 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio. Una vez horneado, sácalo del horno y déjalo enfriar en el molde sobre una rejilla metálica.
Prepara la Mezcla de Leche
Mientras se hornea el pastel, en un bol mediano mezcla la leche evaporada, la leche condensada y 1 taza de nata. Añade el extracto de vainilla y bate la mezcla hasta que esté bien integrada. Reserva. Cuando el pastel esté completamente frío, hazle agujeros por toda la superficie con un palillo. Vierte lentamente la mezcla de leche por encima, dejando que se empape. Cubre el pastel con film transparente y refrigéralo durante al menos 4 horas o toda la noche para que el pastel absorba totalmente la mezcla de leche.
Empapa el Pastel
Cuando estés listo para servir el pastel, sácalo del frigorífico. Retira con cuidado el film transparente y utiliza un cuchillo dentado para recortar cualquier parte superior en forma de cúpula que pueda tener el pastel. A continuación, córtalo por la mitad horizontalmente para crear dos capas. Coloca una capa sobre una fuente, y utiliza una cuchara para echar un poco de la mezcla restante de leche por encima. Coloca con suavidad la segunda capa sobre la primera, empapada de leche, y utiliza el resto de la mezcla de leche para humedecer la parte superior de la segunda capa. Pasa una espátula por los lados del pastel para alisar cualquier exceso de mezcla de leche. Cubre el pastel con film transparente y mételo en el frigorífico mientras preparas la cobertura de merengue.
Haz la cobertura de merengue
Para el merengue, en un bol grande, bate las claras a punto de nieve con la batidora eléctrica a velocidad media. Añade la crema de tartaro y sigue batiendo las claras a punto de nieve. Añade el azúcar gradualmente, una cucharada cada vez, y sigue batiendo hasta que el merengue esté espeso y brillante. Añade el extracto de vainilla y sigue batiendo hasta que el merengue esté sedoso y mantenga picos rígidos. Inmediatamente extiende o reparte el merengue sobre la parte superior de la tarta, cubriéndola por completo. Si lo deseas, utiliza un soplete de cocina para dorar ligeramente el merengue, o también puedes colocar la tarta bajo el gratinador durante unos minutos para conseguir el mismo efecto. El merengue tomará un hermoso color dorado y estará listo para adornar tu pastel de tres leches.
Ensambla y decora
Para ensamblar la tarta, colócala con cuidado en el frigorífico para que se enfríe durante al menos 2 horas. Antes de servir, puedes decorar el pastel espolvoreándolo con un poco de canela molida y algunas bayas frescas para darle un toque de color. Simplemente coloca las bayas sobre el merengue o alrededor de los bordes para una presentación elegante. Si no sirves el pastel inmediatamente, asegúrate de mantenerlo refrigerado hasta que esté listo para servirlo. Una vez enfriado y listo para servir, corta cuidadosamente el pastel para revelar sus deliciosas capas y sírvelo en platos individuales. Las hermosas y cremosas capas y el alto copete de merengue seguro que impresionarán a cualquiera que tenga el placer de disfrutar de este delicioso postre.
Enfriar y Servir
Cuando estés listo para servir el pastel de tres leches, asegúrate de utilizar un cuchillo afilado para cortar rodajas limpias, atravesando todas las capas. Lo mejor es utilizar un cuchillo mojado en agua caliente para cortar limpiamente. Sirve el pastel frío y, para un toque especial, acompáñalo de una cucharada de nata espesa o una porción de fruta fresca. Este delicioso pastel de tres leches no sólo es un postre popular en México y Latinoamérica, sino que también se ha ganado los corazones de los entusiastas de los dulces de todo el mundo. Así que, tanto si se trata de una celebración especial como si te apetece algo dulce, este pastel de tres leches es el sello dulce y final, encantador e inolvidable, de cualquier comida.
Consejos para el mejor
Para que tu pastel de tres leches salga perfecto cada vez, es importante que utilices ingredientes de la mejor calidad, sobre todo las leches. o «tres leches». Además, sé delicado al incorporar las claras de huevo a la masa del bizcocho para mantener la textura ligera y aireada del pastel de cuatro leches. Al hacer la mezcla de leche, detente para batir los ingredientes hasta que estén suaves y bien combinados. Te resultará un líquido de remojo uniforme y delicioso para el pastel. Al preparar el merengue, ten cuidado de no batir demasiado las claras para que adquieran la consistencia brillante y espesa deseada. Por último, deja que el pastel se enfríe el tiempo suficiente para que las capas se fundan y los sabores se desarrollen, con lo que conseguirás un postre hipnótico y delicioso en cada ración.
Variaciones y complementos
Aunque el clásico pastel de tres leches es sin duda delicioso por sí solo, puede que quieras añadirle tu toque personal a la receta. Para un toque cítrico, puedes incorporar un poco de ralladura de lima o de naranja recién rallada a la mezcla de leche para obtener una infusión picante y aromática. Si prefieres un toque de sabor, puedes infusionar la nata con un chorrito de licor o pasta de vainilla casera. A algunos les gusta añadir una capa de fruta fresca, como fresas o frutas tropicales, entre las capas del pastel para un toque de dulzor natural y textura adicional. Estas variaciones y complementos ofrecen una oportunidad maravillosa de personalizar y elevar tu pastel de tres leches, convirtiéndolo en una creación única y deliciosa que refleja tu ingenio culinario.
Ingredientes que necesitas
Para el bizcocho:
– 1 taza de harina para todo uso
– 1 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
– 1/4 cucharadita de sal
– 6 huevos grandes, separados
– 1 taza de azúcar granulada, dividida
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 1/2 taza de leche entera
– 1/3 taza de mantequilla sin sal, ablandada
Para la mezcla de leche:
– 1 lata (12 onzas) de leche evaporada
– 1 lata (14 onzas) de leche condensada endulzada
– 1 1/2 tazas de nata espesa
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
Haz la mezcla
Empieza precalentando el horno a 180°C (350°F). Prepara un molde de 9×13 pulgadas untándolo con mantequilla derretida e forrando el fondo con papel pergamino. En un bol mediano, mezcla bien la harina, la levadura y la sal. En un bol grande, bate las yemas de huevo y 1/2 taza de azúcar con la batidora eléctrica hasta que la mezcla esté espesa y pálida. Añade el extracto de vainilla y la leche, y mezcla hasta que estén bien combinados. Incorpórale suavemente la mezcla de harina. En un bol limpio aparte, bate a punto de nieve las claras de huevo con la batidora eléctrica, añadiendo poco a poco el resto del azúcar y continuando a batir hasta que estén tiesas y lustrosas. Incorpóralas cuidadosamente a la masa en tres adiciones, procurando no desinflar el aire de las claras. Vierte la masa en el molde preparado y alísala. Hornea el pastel de 25 a 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio. Una vez horneado, sácalo del horno y déjalo enfriar en el molde sobre una rejilla metálica.
Prepara la Mezcla de las 3 Leches
Mientras se hornea el pastel, en un bol mediano mezcla la leche evaporada, la leche condensada y 1 taza de nata. Añade el extracto de vainilla y bate la mezcla hasta que esté bien integrada. Reserva. Cuando el pastel esté completamente frío, con un palillo haz agujeros por toda la superficie del pastel. Vierte lentamente la mezcla de leche por encima, dejando que se empape. Cubre el pastel con film transparente y refrigéralo durante al menos 4 horas o toda la noche para que el pastel absorba completamente la mezcla de leche.
Conclusión
«En conclusión, el delicioso pastel de tres leches es un postre clásico y querido de la cocina latinoamericana. Con un ligero y aireado bizcocho empapado en una decadente mezcla de tres leches, coronado con un esponjoso merengue, esta receta sencilla y fácil de preparar se convertirá sin duda en la favorita de cualquier cocina casera. Tanto si se disfruta en una ocasión especial como en un capricho dulce cualquier día de la semana, este postre está garantizado que le gustará. Pruébalo y comprueba por ti mismo la irresistible combinación de sabores y texturas que hacen de este pastel una tradición querida.