Aprende a hacer unas deliciosas empanadas de cajeta, un postre tradicional y muy querido en la repostería mexicana. Esta receta fácil y paso a paso te guiará para elaborar la masa perfecta, rellenarla con cajeta cremosa y hornearlas hasta que queden doradas a la perfección. Disfruta de estas delicias en casa con amigos y familiares
Ingredientes
Para hacer estas deliciosas empanadas de cajeta, necesitarás los siguientes ingredientes:
– 3 tazas de harina para todo uso
– 1/4 de taza de azúcar granulada
– Una pizca de sal
– 225 gramos de mantequilla sin sal fría, cortada en cubos pequeños
– 2 yemas de huevo
– 2 cucharadas de agua fría o leche
– 400 gramos de cajeta (una confitería mexicana similar al dulce de leche)
– Azúcar granulada y canela molida para espolvorear
Hacer la masa
Comienza por preparar la masa para las empanadas. En un bol grande, tamiza la harina para todo uso, luego añade el azúcar granulada y una pizca de sal. A continuación, incorpora la mantequilla fría con la punta de los dedos o un cortapastas, trabajándola hasta que se parezca a migajas de pan. Añade las yemas de huevo y el agua o la leche fría, mezclando hasta obtener una masa suave y homogénea. Después, forma una bola con la masa, envuélvela en film transparente y refrigérala durante al menos 30 minutos. Este periodo de reposo permite que la masa desarrolle una mejor textura y sabor.
Al preparar la masa, es crucial asegurarse de que la mantequilla esté bien incorporada, ya que contribuirá a la hojaldría y ternura de la corteza de las empanadas. La mantequilla fría es un elemento clave para conseguir la textura deseada, así que ten cuidado de no pasar por alto este paso. Una vez que la masa esté bien mezclada, déjala a un lado y deja que se enfríe en el frigorífico mientras preparas los demás pasos
Estira y corta
Con la masa preparada, ahora es el momento de estirarla. Precalienta el horno a 190°C (375°F). En una superficie ligeramente enharinada, utiliza un rodillo para extender la masa hasta obtener un grosor de aproximadamente 5 mm. Una vez que hayas alcanzado el grosor adecuado, utiliza un cortapastas redondo o un plato pequeño para cortar círculos de unos 10 cm de diámetro. Estos formarán la base de tus empanadas de cajeta y se doblarán sobre el relleno antes de hornearlas.
Cuando estires la masa, es esencial hacerlo suavemente y con uniformidad para crear círculos uniformes. Esto garantizará que tus empanadas no sólo tengan un aspecto visual atractivo, sino que también se horneen uniformemente. El uso de un cortador redondo o un plato pequeño te proporcionará círculos de masa perfectamente formados, lo que te permitirá hacer empanadas uniformes con un toque profesional.
Llene la masa con cajeta
Ahora que ha cortado los círculos de masa, es la hora de llenarlos con la deliciosa cajeta. Coloca una cucharada de cajeta en el centro de cada círculo de masa. Antes de seguir, humedece ligeramente los bordes de los círculos con agua para ayudar a cerrar las empanadas una vez que se doblen. Este paso es crucial para evitar que el relleno se salga durante la cocción, lo que garantiza que cada empanada esté perfectamente cerrada.
Al rellenar las empanadas, es importante que seas generoso con la cajeta para asegurarte de que cada una quede rellena con la dulce y pegajosa delicia que las hace irresistibles. La combinación del rico sabor a caramelo de la cajeta con la masa hojaldrada y tierna será lo más destacado de estas empanadas, lo que las convierte en un complemento perfecto para cualquier postre.
Forma y sella
Una vez rellenas las empanadas, dóblalas por la mitad para crear una especie de media luna que encierre el relleno de cajeta. Para asegurarte de que están bien cerradas, presiona los bordes firmemente. Además, para dar un toque decorativo y crear un buen cierre, utiliza un tenedor para hacer los bordes. Estas pequeñas hendiduras no sólo mantendrán el relleno contenido, sino que también añadirán un aspecto encantador y rústico a las empanadas.
Si sellas y cierras los bordes con cuidado, te asegurarás de que cada empanada esté bien protegida y de que el relleno quede bien contenido en su interior. Este proceso no sólo es práctico, sino que también añade un elemento artesanal a las empanadas, dándoles un aspecto encantador y hecho a mano que seguro impresionará a quien las vea.
Hornear
Una vez formadas y selladas las empanadas, colócalas en una bandeja de horno ligeramente enharinada, asegurándote de dejar suficiente espacio entre ellas para que se horneen uniformemente. Antes de colocarlas en el horno, pinta la superficie de las empanadas con el huevo batido para darles un bonito acabado dorado. A continuación, coloca la bandeja con cuidado en el horno precalentado y hornéala durante unos 15-20 minutos o hasta que estén perfectamente doradas y hojaldradas.
Mientras se hornean las empanadas, el aroma de la masa dulce de mantequilla y cajeta llenará la cocina, creando una sensación de anticipación por el delicioso manjar que está por venir. La combinación de la masa hojaldrada y dorada con el delicioso relleno de cajeta es verdaderamente irresistible, y la visión de las empanadas recién horneadas hará que todos esperen con impaciencia el primer bocado.
Cepillar y espolvorear
Una vez que las empanadas estén perfectamente horneadas, retíralas del horno y, mientras aún estén calientes, espolvorea generosamente las tapas con una mezcla de azúcar y canela molida. Este toque final añadirá una capa extra de dulzura y una pizca de calidez a las empanadas, realzando su irresistible atractivo. El azúcar y la canela crearán una corteza delicada y brillante en las empanadas, convirtiéndolas en una verdadera fiesta para los sentidos.
El espolvoreado de azúcar y canela es un toque final tradicional que no sólo añade sabor, sino que también crea un impactante efecto visual. El dulce y aromático aroma de las empanadas calientes y el azúcar y la canela harán imposible resistirse a la tentación de disfrutar de estos deliciosos manjares
Deja enfriar
Tras cepillar y espolvorear las empanadas calientes, déjalas enfriar en la bandeja de horno unos minutos. Una vez que hayan enfriado ligeramente, transfiérelas con cuidado a una rejilla metálica para que se enfríen completamente. Este paso es crucial para garantizar que las empanadas tengan una textura perfectamente crujiente y hojaldrada, sin que el calor residual provoque que se pongan blandas.
A medida que las empanadas se enfríen, el tentador aroma de los deliciosos manjares recién horneados llenará el aire, aumentando aún más la expectación de esta deliciosa experiencia. La visión de las empanadas perfectamente doradas y fragantes dejará claro que tus esfuerzos se han traducido en una creación realmente especial e irresistible.
Disfruta
Ahora que las empanadas de cajeta se han enfriado y están listas para servirse, ha llegado el momento de disfrutar de los frutos de tu trabajo. Estas empanadas son perfectas para un postre especial, como algo dulce para una reunión con amigos y familiares, o simplemente como un delicioso capricho para ti mismo. La combinación de la masa hojaldrada y tierna con el relleno de cajeta cremosa y con sabor a caramelo es un verdadero deleite para el paladar y sin duda hará las delicias de cualquiera que tenga el placer de deleitarse con ellas.
Se sirvan con una humeante taza de café o solas, estas empanadas de cajeta son una forma perfecta de añadir un toque de dulzura a cualquier ocasión. El tiempo y el cuidado que dediques a crear estas delicias será evidente en cada bocado delicioso, lo que las convertirá en una delicia verdaderamente memorable y especial. Así que adelante, saborea cada momento de la deliciosa experiencia que supone disfrutar de estas deliciosas empanadas de cajeta.
Conclusión
En conclusión, estas deliciosas empanadas de cajeta son un postre obligado para cualquier amante de los postres. Con una receta sencilla y fácil de seguir, puedes disfrutar en casa de esta delicia tradicional mexicana. La combinación de una masa hojaldrada y un relleno de cajeta cremoso seguro que satisfará tus ansias de dulce. Pruébala y disfruta de estas deliciosas empanadas con tus seres queridos.